Centre Equilibri Emocional: El por qué de este blog.

Empiezo a escribir este blog, porque siento la necesidad de trasmitir mis experiencias, de compartir mis emociones, de ayudar a que las personas que se sientan identificadas, puedan encontrar en los testimonios un pilar donde apoyarse y una base para desbloquear esas emociones retenidas durante tiempo que hacen muchísimo daño.

Empecé hace como tres años, allá por enero del 2011, y de golpe y sin avisar, alguien salió de repente de mi vida, y todo empezó a ir mal. (Así es como yo lo sentía entonces. Ahora pienso que ese hecho debía suceder por el bien de esa persona que desapareció y para que yo me diese cuenta de ciertas cosas....., que eran importantes y debía darme cuenta). Cuando esta persona reapareció, yo ya era quien soy ahora.

La persona que desapareció de mi vida, era alguien importante, un pilar que sostenía lo que luego cayó sobre mí sin ser yo demasiado consciente de ello. Poco a poco, y en cuestión de 6 meses, estaba con ataques de ansiedad y según los médicos, principio de depresión. No soy médico, pero lo cierto es que me recetaron PROZAC.

Esa medicación no me gustó mucho, puesto que hasta entonces tenía entendido que era muy fuerte y que provocaba dependencia física. Por tanto, dejarla era algo complicado porque si se deja de golpe cuando te sientes mejor, provoca o puede provocar, una depresión más fuerte de la que tenías antes de tomarla.

Tengo que reconocer que siempre he sido una persona que me he auto-medicado cuando he considerado conveniente, pero también me he "auto-des-medicado" cuando he pensado que podía curarme por mi misma, tomando medidas que impidiesen que el síntoma avanzase.

Por este motivo, mi médico me comentó lo de la posible recaída si lo dejaba de golpe. Así que en cuanto decidí dejar de medicarme, fui a preguntar cómo dejar la medicación para ir desintoxicandome progresivamente y evitar en la medida de lo posible consecuencias graves.

Tuve a mi familia y amig@s al completo. Aparentemente, no me hacía falta nada. Pero algo en mi interior no era como yo necesitaba que fuese para poder sentirme bien. Quienes me quieren estuvieron a mi lado, preocupad@s, porque no entendían qué me estaba sucediendo. Tuve ganas de desaparecer, pero algo me decía que debía seguir, debía luchar, debía evolucionar.

En ese trascurso (aproximadamente un mes y medio), apareció de repente en mi vida, una persona que siempre había estado a mi lado, aunque discretamente y sin que se notase demasiado). Esa persona es mi terapeuta. Alguien que lleva 35 años practicando terapias alternativas y que me ayudó a ver clara una realidad que hasta entonces yo no quería ver. (por eso enfermaba).

A partir de la primera vez que fui a una de sus terapias, me dí cuenta que la solución no pasaba por una medicación que ocultaba los verdaderos "problemas", sino que pasaba por "coger el toro por los cuernos" y empezar a descubrir el origen de aquello que yo consideraba un problema, pero que no era más que un cúmulo de emociones no trabajadas.

En cuanto empecé a trabajarlas y a asimilarlas, empecé a notar una mejoría que me sorprendía día a día, y que fue el principio de lo que soy ahora.

Al cabo de tan solo tres meses, yo era otra persona que nada tenía que ver con la que había sido diagnosticada con depresión. Volví a tener ganas de vivir, de luchar, de sentir, de reír, de gritar.......

Me dí cuenta que durante muchos años de mi vida (gran parte de ella), y debido a que algunas personas habían hecho que me sintiera inferior en algunas situaciones de mi vida, yo misma había bloqueado a la YO original. Y ahí fue cuando empecé a descubrir quien soy, y qué debo hacer para no dejar de serlo.

En ese proceso, descubrí que aunque notaba en falta a una persona muy importante para mí hasta entonces, encontré otras que me enseñaron mucho acerca de la vida, algo que no podré agradecer lo suficiente. Aunque a veces, una mirada lo dice todo..... Una mirada envía más información de la que se puede expresar verbalmente. Aprendí a valorar esto último. Hay personas con las que no se necesitan las palabras, una mirada lo dice todo. Aunque algunas veces, sientas el dolor a través de la pupila de quien te mira, otras en cambio, puedes trasmitir PAZ, y ARMONÍA, también con una mirada.

En todo este proceso, aprendí también algunas de las terapias que actualmente practico. Me gustaron tanto, que quise aprenderlas para poder ayudar a los demás como a mí me habían ayudado.

Entre esas terapias, se encuentran estas:

Reiki.